El Mar Menor recupera su capacidad de autorregulación, con valores de salinidad y temperatura normales y bajos niveles de nutrientes y clorofila y un índice de transparencia superior al del año pasado
Conocer y estudiar en detalle por primera vez los procesos que implican intercambio de nutrientes y otros elementos entre el fondo marino del Mar Menor, incluyendo sedimentos y vegetación, y la columna de agua de la laguna, es el objetivo principal de un estudio biogeoquímico que están desarrollando investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y las universidades de Cádiz (UCA) y de Santiago de Compostela (USC), y que permitirá determinar los factores que pueden afectar al equilibrio de la laguna salada y contribuir a evitar episodios de eutrofización.
Los responsables de este proyecto, que comenzó el pasado mes de marzo, expusieron hoy sus avances durante la reunión del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, que se celebró en Los Alcázares. Este estudio, en concreto, trata de obtener una caracterización biogeoquímica de los fondos del Mar Menor en sus distintos compartimentos, sedimentos, agua intersticial y vegetación, así como realizar una evaluación del estado actual de la vegetación submarina como parte del diagnóstico del ecosistema de la laguna, lo que contribuirá a su vez a identificar indicadores de calidad de estos fondos para poder evaluar los riesgos de liberación de nutrientes a la columna de agua.
El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 383.000 euros, se centra también en evaluar el efecto de la vegetación submarina sobre los flujos de elementos como nutrientes del sedimento marino, para ello incluye trabajos de campo y experimentales para determinar las tasas de absorción de nutrientes de las praderas de Cymodocea nodosa y de Caulerpa prolifera.
Para el estudio se están empleando novedosas técnicas de muestreo de sedimentos, como el fondeo de una cámara bentónica automatizada en seis puntos del Mar Menor, y de procesamiento y análisis de las muestras recogidas. Al respecto, se está realizando en dos periodos significativos de condiciones de mínima y máxima actividad biológica como son el final del invierno, cuando la temperatura del agua es la más baja, y a final del verano, cuando la temperatura es más elevada.
El director general de Medio Ambiente y Mar Menor, Antonio Luengo, indicó que “es fundamental seguir generando conocimiento sobre el Mar Menor y conocer absolutamente toda la información posible para logar su recuperación total”. En este sentido, agradeció a todos los miembros del Comité su labor para logar este fin.
Estado del ecosistema del Mar Menor
Durante la reunión de trabajo del Comité de Asesoramiento Científico se expusieron además las conclusiones del último informe científico sobre el estado ecológico del Mar Menor, elaborado con datos recogidos en la segunda semana del mes de julio. El informe, en concreto, revela que la laguna sigue recuperando de manera progresiva su capacidad de autorregulación y el estado de la flora y fauna que integran el ecosistema de este fondo marino.
Así, recupera los valores de salinidad y temperatura normales y mantiene bajos los niveles de nutrientes y clorofila, con índices inferiores a los del año pasado por estas fechas y con un índice de transparencia con picos de cinco metros de profundidad. Esta progresiva mejoría indica una mayor capacidad de autorregulación del ecosistema de la laguna, lo que puede suponer a su vez una defensa natural contra la previsible subida de las temperaturas a finales de verano.
No obstante, Antonio Luengo advirtió de que este ecosistema sigue “en un delicado equilibrio” y añadió que “los estudios y mediciones muestran que el Mar Menor está en mejor estado que el año pasado y, lo que es más importante, revelan que esa recuperación se está produciendo de manera progresiva y constante. Sin embargo, debemos ser cautos y seguir trabajando”.
Fuente:Carm