Agricultor y ganadero
Vicente Carrión es el presidente de la Coordinadora de Organización de Agricultores y Ganaderos en el Campo de Cartagena, COAG Cartagena. Desilusionado y apenado, nos comentaba la insostenible situación que sufren todas las empresas y explotaciones familiares en la Comarca del Campo de Cartagena pese a estar al día en tecnología, por causa de la subida de los precios, la incertidumbre y la desvalorización en el sector.
- ¿Actualmente cómo están afrontando los sectores de la agricultura y la ganadería la situación actual, guerra, coste energético, precio combustible …?
- En el sector agrícola estamos en una situación en la que no se produce en ninguna de nuestras explotaciones.
Las últimas dos producciones fueron de patata y de melón y acabaron con unos precios demasiado bajos en las que, todavía, no estaba afectando a las explotaciones el aumento de los precios del combustible y la energía.
Ahora mismo lo que más nos preocupa es el inicio de la nueva campaña. De cara a la nueva temporada, se va a notar una notable disminución en la producción de hortalizas y frutas, debido a la incertidumbre y la inseguridad con la que trabajamos por los altos costes de producción.
Es lamentable que la Ley de Cadena Alimentaria no se esté cumpliendo. Esta ley establece que por debajo de los costes de producción no se puede vender y no está funcionando y este, es el único sector que no pone precio a lo que produce como sí lo haría un fabricante de tornillos, por ejemplo.
- En el sector ganadero, por el contrario, al ser las producciones más largas, sí se nota esa subida de precios en los cereales y en el energético. Por ejemplo, este verano, tras la ola de calor que hemos vivido durante estos meses, las instalaciones del sector aviar han tenido que estar refrigeradas y evidentemente, los costes de producción se han disparado y esto ha ocasionado unas grandes pérdidas en el sector.
- Como definiría el panorama del sector de la Comarca para el próximo semestre.
Partiendo de la situación base en la que vivimos actualmente con la escalada de precios, y sin tener previsión de remediarse, definiría el panorama del sector como una incertidumbre absoluta, agudizada por la criminalización que vive el sector respecto al problema del estado del Mar Menor y por la falta de agua.
Como solución a este último problema, se ha propuesto a la Administración del Estado la autorización a los agricultores de la posibilidad de la creación de embalses de laminación en sus propias fincas, para evitar que esa agua de las últimas lluvias pueda retenerse en laminaciones y poder utilizarla en condiciones. Hasta incluso poder recargar y limpiar el acuífero y actuaciones que se pueden realizar en ramblas, presas, embalses continuos y, así evitar el arrastre de esas aguas.